Decorar una casa no es una tarea sencilla y  es que sin darnos cuentas cometemos errores que nos pueden tirar por tierra toda la decoración.

Dentro de toda la casa, una de las estancias más importantes y a la vez una en la que más errores cometemos es el salón. Dicha estancia suele provocarnos problemas, sobre todo si ésta es pequeña, ya que no sabemos sacarle partido, por ello en el post que os traemos hoy os contamos qué errores se suelen cometer a la hora de decorar  un salón pequeño y cómo corregirlos.

1. Recargar el salón con muebles

Una de las actuaciones habituales a la hora de decorar cualquier estancia y más un salón es incorporar multitud de muebles pensando que se necesitan como almacenaje.

Este es un grave error ya que no hay nada peor que una estancia llena de muebles que obstaculicen el paso a las personas.  Además, si incorporamos muchos muebles en la estancia, ésta dará un aspecto todavía más pequeño de lo que es.

También es importante que se escojan muebles de un estilo y tamaño que sean adecuados  para el espacio que tenemos en el salón, dado que aunque tengamos pocos muebles, si estos son desproporcionados también puede darnos una sensación de un ambiente recargado.

Por tanto, debemos incorporar los muebles en concordancia con el espacio que se tiene y solo los que se necesitan, es decir, muebles funcionales.

2. Colocar sofás demasiado grandes

Uno de los errores frecuentes a la hora de decorar un salón pequeño  es escoger un sofá demasiado grande. Si bien es cierto que a todos nos gustan los sofás grandes, no a todos los salones les vienen bien.

En este caso, al disponer de un espacio pequeño es recomendable  no optar por sofás grandes o  dos sofás sino por una chaiselongue, ya que este tipo de sofá puede aprovechar el espacio al máximo posible. Además, alguno de los modelos de estos sofás lleva consigo zonas de almacenamiento, por lo que todavía es más aconsejable para espacios pequeños.

3. Colocar colores inadecuados

Otro de los errores que se suelen cometer a la hora de decorar una estancia pequeña es escoger mal el tono de las paredes.

En espacios reducidos, no podemos escoger cualquier color, puesto que dependiendo de cual escojamos la estancia puede parecer más grande o más pequeña.

Si optamos por colores oscuros lo único que vamos a conseguir  es que la estancia parezca todavía más pequeña, además de no poder gozar de la luz que entre en determinadas horas del día. No obstante, si te encantan los colores oscuros y quieres que estén presentes si o si en la decoración, puedes hacer a través de elementos decorativos.

Queda claro, por tanto, que en salones pequeños deberemos escoger tonos claros, dado que nos acentúan la luminosidad de la sala y por tanto nos dan una sensación de amplitud.  Entre los colores más utilizados para decorar una estancia pequeña  está el blanco, que sin duda siempre es un acierto, tonos neutrales, grises, verdes o azules.

Escojamos el color que escojamos siempre tenemos que tener presente que el techo debe estar pintado de un tono más claro que el resto de la estancia para poder conseguir que el espacio se vea mayor.

En relación con el color, otro error que suele darse es la utilización en exceso de colores neutros. Es aconsejable incorporar bien en elementos decorativos o bien en textiles colores más llamativos.

4. No favorecer el paso de la luz natural

Algo que es determinante en una estancia pequeña es la iluminación, ya que esta puede hacer magia y provocar que un salón pequeño parezca el doble de lo que es.

Como ya hemos comentado otras veces, la mejor iluminación que podemos tener en nuestra estancia es la natural, por lo que debemos dejar pasar toda la luz natural posible al salón. Para ello, deberemos incorporar  en las ventanas cortinas o estores de tejidos ligeros.

En caso de no poder disponer de la luz natural que nos gustaría tendremos que incorporar luz artificial. Se deben incorporar lámparas en lugares específicos para que no creen sombras.  La luz debe ser cálida o neutra, pero nunca blanca dado que esta dará un aspecto frío a la estancia y por tanto menos acogedora.