Tener un sofá cama es, sin duda, una de las mejores opciones para tu hogar, sobre todo si no dispones de mucho espacio o quieres aprovechar y darle funcionalidad a tu habitación. Ya sea para el salón o el cuarto de invitados, este tipo de mobiliario es muy útil.
No obstante, antes de comprar uno es importante que pienses el uso que le vas a dar para que sea un sofá cama perfecto. No es lo mismo tener uno de uso diario o, simplemente, tenerlo por si tienes alguna visita y necesitas una cama extra.
Por otra parte, tienes que tener en cuenta también dónde vas a colocarlo, ya que no es lo mismo instalarlo en una habitación que está dedicado como zona de ocio, que el dormitorio o el salón. El espacio del que dispones es muy importante, puesto que dependiendo de la apertura del sofá, igual no te queda un espacio suficiente para abrirlo con comodidad.
Si quieres conocer los tipos de apertura que existen, toma nota. A continuación, te contamos la tipología de sofás cama, ya sean de 3, 2 ó 1 plaza, ¡empezamos!
¿Qué tipos de sofá cama existen?
Los diferentes diseños de los sofás han ido evolucionando y adaptándose para responder a las necesidades y gustos de los usuarios. Por ello, a día de hoy, es más fácil encontrar un sofá cama que sea ideal para ti.
En Muebles Luis Miguel contamos con un amplio catálogo de sofás cama para disfrutes al máximo y te puedas relajar. Una gran variedad de diseños, acabados y tapizados que se amoldarán al resto de decoración de tu hogar.
Ahora, es turno de que conozcas los diferentes tipos de aperturas que puedes encontrar para tu elección final, ¡vamos a ello!
Apertura italiana
El estilo italiano cuenta con una apertura hacia delante sin la necesidad de tener que quitar los cojines. Por ello, es ideal si quieres darle un uso continuado, ya que es práctica, cómodo y rápido de poner y quitar. Otra de las ventajas es que permite instalar un colchón de mejor calidad para poder tener un sueño más profundo y relajante, aunque lo mejor de todo es que puede dejar la cama hecha y cerrar el sofá.
Futon
Uno de los más buscados debido a su ergonomía, sencillez y precio. Además, aporta una estética más juvenil. Este tipo de sofás cuenta con pliegues y maderas para desplegarlo y convertirlo en cama rápidamente. La versatilidad que ofrece es única, tanto que pueden dormir hasta dos personas sin problemas. La apertura es hacia atrás, moviéndose 90 grados para que quede como una cama de matrimonio. No notarás que estás durmiendo en un sofá. Además, ofrece un sistema de seguridad para volver a su estado normal.
Clic-Clac
Si lo que buscas es sencillez, el sistema “clic-clac” es tu mejor aliado, puesto que es el más sencillo y barato. Tan solo tendrás que mover un poco el sofá hacia delante para abatir el respaldo. El colchón está plegado y al abrirlo queda todo alineado y centrado. Este tipo de sofá cama es perfecto si tienes una habitación y quieres disponer de ambas opciones, ya sea si tienes algún invitado o si necesitas una cama de más.
Deslizantes o tipo «nido».
Los sofás cama deslizantes o de tipo nido tienen una base que funciona deslizando la estructura que se encuentra debajo del sofá y que, mediante unas patas o algún otro tipo de sistema de alzado, se sujeta. De esta manera, queda a la misma altura que los asientos, ofreciendo una cama partida de buenas dimensiones.
Estilo acordeón.
Si necesitas un sofá cama, pero no quieres gastarse mucho dinero, el estilo acordeón es tu mejor aliado. Una de sus ventajas es que es alargado, ofreciendo elegancia y confort. Algunos de los modelos pueden venir con el porta brazo o sin. La apertura va directamente al suelo, convirtiéndose en una cama. Si tienes un estilo minimalista en tu hogar, este es tu tipo, ya que, además de ser uno de los más económicos es muy cómodo.
Consejos básicos para elegir un sofá cama
Lo primero que hay que determinar es cómo vas a usarlo. Puede que busques el confort o la comodidad para dormir. Así que es importante pensar como lo vas a usar más, como un sofá o como cama. Un sofá cama es siempre un compromiso, ya que nunca va a ser el mejor sofá o la mejor cama, pero por el contrario es muy útil.
Por otra parte, existen numerosos sistemas para la conversión de un sofá a una cama en el mercado, pero los tres más populares son el tradicional sofá-cama o Futon. El primero de ellos, el nivel de confort del colchón en la posición de la cama es muy cuestionable en este tipo. Con un tamaño insuficiente y delgado, este colchón para dormir siempre acaba defraudando.
Por su parte, el tipo Futon rompió por primera vez en la corriente principal en la década de los ochenta como una alternativa al tradicional sofá cama. Los futones son prácticos y funcionales, pero la comodidad depende totalmente de lo que hay en el interior del colchón, ya que el marco convertible de madera o de metal sólo sirve para levantar el colchón del suelo. La mayoría de los colchones de futones están hechos de capas de guata de algodón y espuma de baja densidad.
Por último, ten siempre en cuenta la importancia de una sábana ajustable y funda de colchón. Algunos colchones sofás están completamente tapizados, y la última cosa que quieres hacer es manchar el material al comer o beber en la cama.
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